Saltar el muro de la resistencia organizacional

Tras algunos intentos Santiago ya se había dado cuenta de que iba a ser más difícil de lo que pensaba hacer algunos cambios. 300 personas, años de historia, procesos y costumbres muy arraigadas. Tendría que hacer algo que parecía arriesgado, pero no hacer nada lo era aún más. Creó una organización paralela para lanzar iniciativas.

 

Había intensificado la comunicación, la información era transparente, introdujo nueva tecnología y enseguida vio algunos efectos positivos. Pero en el fondo la forma de operar era la misma. Su mercado se había hecho mucho más complejo y ellos tenían que cambiar más para poder adelantarse

 

Crear una organización paralela es una forma de activar la palanca “Iniciativas” y tiene un efecto parecido al caballo de Troya.

 

Esta palanca responde a la pregunta: ¿Cómo hago para dar espacio a lo nuevo? Cómo en una maraña de costumbres y normas posibilitamos lo nuevo? A veces, pretender un cambio en bloque de toda la organización es fracasar, focalizarse en un departamento es quedarse corto.

 

En un proceso de transformación las resistencias se hacen visibles y hay que atenderlas. Sin embargo, los éxitos llegan desde la trinchera de los pioneros. Se abre una posibilidad cuando pensamos en las personas dispuestas a abordar los cambios.

 

Con ellos podemos lanzar nuevas iniciativas trasversales en la compañía e impulsar los cambios que necesitamos.

 

Santiago ha optado por esa posibilidad. Pero cuidado! Debe dar un paso más: proteger las iniciativas. Siempre hay un punto donde esos equipos trasversales chocarán con lo de siempre.

 

Las iniciativas necesitan que Santiago esté permanentemente velando para que tengan su espacio y lo ocupen. No es un proceso fácil pero tiene resultados.

Con el éxito de las iniciativas vendrá la adhesión de otros y otros… hasta el cambio de muchos.

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