El viaje de un CEO por la espiral de la motivación.
La motivación es una de las dimensiones que forman parte del talento de las personas y por tanto, de las organizaciones.Una de sus características más especiales es que se trata de un ingrediente vivo, que funciona en base a unos flujos, que está en constante movimiento y tiene sus propias leyes, por lo que no conviene “dormirse en los laureles”.De hecho, si tuviéramos que representar gráficamente su forma de estar en marcha, nos encontraríamos ante una espiral.Esta espiral puede dividirse en cuatro cuadrantes: frustración, motivación, satisfacción y pasividad.Ahora, vamos a hacer un recorrido por cada uno de los cuadrantes.La frustración es el cuadrante que se sitúa en el sureste de la espiral y es el final de una etapa de pasividad interior que incluye una respuesta emocional a aquello que percibes como obstáculos que te impiden avanzar. En este cuadrante hay mucha energía contenida a la que hay que dar una salida constructiva que te permitirá pasar al siguiente.La motivación se sitúa en el suroeste de la espiral y para llegar hasta aquí es necesario haber transformado la energía de la frustración en cantidades elevadas de sentido y dirección.Como ya podrás adivinar, esto puede resultar complicado. En Ngloba Strategy, estamos de acuerdo con el Doctor Valentín Fuster y pensamos que para emprender el camino de la frustración a la motivación es necesario conseguir una maleta con ocho piezas clave que te permitirán realizar el recorrido. Buena parte de nuestras intervenciones en organizaciones pasan por acompañarte, y combinar diversas herramientas de medición y contraste, que te permitirán:
- Reflexionar sobre ti y tu organización
- Descubrir, retener y desarrollar tu talento y el de tu Capital Humano
- Transmitir optimismo y ejercer un liderazgo efectivo
- Ser consciente de la totalidad de tus posibilidades y de las de tu organización
- Determinar el marco de juego y empezar a construir desde ahí
- Ser una persona auténtica y coherente con tus valores y los de tu organización en las decisiones que tomes
- Recordar que formas parte de un sistema más amplio
- Conocer las interacciones del mismo
Una vez que todos estos componentes encajan, llegas al cuadrante noroeste de la espiral, que está ocupado por la satisfacción. Este cuadrante es bastante traicionero porque su atmósfera es tan agradable que invita a la auto complacencia y el disfrute. Celebrar lo conseguido y tomarse un respiro es muy recomendable pero, una vez hecho esto, tienes que elaborar nuevas estrategias que te permitan mantenerte en él a través del crecimiento o de la innovación.¿Qué sucede si te estancas en la satisfacción? Pues que, con toda seguridad, y por la ley de fuerzas de la espiral, es cuestión de tiempo (no suele ser mucho), que acabes en el cuadrante noreste, el de la pasividad. Esto implica que deberás recorrer otra vez la espiral en su totalidad, con la dilación temporal el desgaste emocional y la pérdida de oportunidades que ello implicaría.Por todo esto, opinamos que pararse nunca es una opción. Mantén la motivación en tu organización, actúa y avanza.