El líder efectivo se dedica a una cosa cada vez

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El líder efectivo se dedica a una cosa cada vez

Entrena habilidades y aplica sistemas de gestión orientados a resultados

Hace tiempo Peter Drucker ya afirmó que el líder efectivo era el que se dedicaba a una cosa cada vez. ¿Entonces los manager también tenían múltiples temas encima de la mesa? ¿No es ahora todo mucho más complejo? Más correos, más información, más velocidad… pensamos que sí es más complejo y si no sigan por ejemplo las publicaciones cuatrimestrales de McKinsey sobre mercados, innovación y tecnología o las de Harvard Business Review.

Sin embargo ahora también el líder efectivo es el que concentra su atención hacia una cosa cada vez. Esto sigue siendo así, el que con las nuevas herramientas de comunicación, con entrenamiento y determinación, consigue mantener la serenidad, enfocar sus esfuerzos y centrase en el reto más inminente en cada momento

Requiere de habilidades personales y de un sistema de gestión propio y organizacional que le ayudan también.

En muchas ocasiones, la distracción es la forma de no enfrentarse al vacío de la hoja en blanco, de abordar un reto complejo, asumir un cambio para el que pensamos que no estamos preparados… en definitiva temor ante la incertidumbre y la posibilidad de equivocarnos.

Tenemos ya a nuestro alcance sistemas, formas de aprendizaje que nos ayudan a entrenarnos ante esto. Nos gusta la palabra entrenar, porque no parte de una habilidad innata en las personas si no en el trabajo, la determinación y esfuerzo de alcanzar unos objetivos. Entrenar es aprender y para ello, se puede contar con entrenadores que te ayuden a desarrollar esas habilidades mucho más rápido, de forma más confortable. Que te animen a asumir el proceso del trabajo intenso con mejores “sensaciones”

Y tampoco tenemos que olvidar los sistemas de gestión. Disponemos de tecnología, apps, programas, conectivadad… para distraernos y tambiénn podemos cambiar el enfoque: para que nos ayuden. Los sistemas de gestión personal se adaptan a nuestra debilidades, y nos hace más fuerte. ¿Por que negar que el vacío de la planificación del año que viene nos estresa?, disponemos de herramientas que adaptándolas a nosotros nos permitirán hacer el proceso más sencillo.

Y por supuesto , los sistemas de gestión de la organización en general. Más productivos, centrados en objetivos y resultados esperados.

Como líder, me gusta pensar que puedo avanzar y desarrollar estas habilidades. Y como líder también desearía que mi equipo adquiriese estas habilidades. Los resultados están en juego y me tranquilizaría saber que estamos enfocados y que trabajamos juntos de forma eficiente.

Por inercia centramos las necesidades de inversión en maquinaria y tecnología, también hemos incorporado la formación en nuestros planes. En el contexto actual de cambio permanente, se convierte en prioridad, invertir en habilidades unidas a los objetivos y a los sistemas de gestión.

Las personas volcadas a los objetivos, es la mejor inversión ¿no creen?

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