CÓMO SER UN LÍDER DE LA TRANSFORMACIÓN

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Los procesos de transformación personal que van asociados a conseguir desempeñar nuevas habilidades o a retomar antiguas aficiones se viven de una forma emocionalmente positiva.Sin embargo, los procesos de transformación organizacional tienden a padecerse y a generar repercusiones emocionales con tintes negativos.Se suele pensar en despidos y surge un instinto primigenio de huida y una acuciante necesidad de esconderse que no sirve para nada porque estamos inmersos en la era de la transformación permanente.Este panorama de constante cambio parece agotador a simple vista y, en la mayor parte de las ocasiones, así es.El agotamiento asociado a la constante transformación surge porque normalmente, los líderes tienden a esperar mucho para actuar y los cambios suceden en momentos de crisis.Además, el sentido de urgencia que proporcionan estos momentos, les hace centrarse en la consecución de objetivos a corto plazo que no generan esperanza para el futuro (o si lo hacen, es de una forma simple y superficial).¿Qué puede hacer un líder para que un momento de transformación organizacional se viva como empoderante en lugar de  agotador?Jim Hemerling, experto en cambio organizacional ofrece cinco claves para conseguirlo.La base de estas cinco claves es situar a las personas en primer lugar y a partir de ahí:

  • Inspirar a través del propósito y no a través de objetivos comerciales y económicos únicamente.
  • Ir a por todo. Pensar en iniciativas que permitan ganar a medio plazo, que generen crecimiento y que cambien las formas de hacer y de proceder en la organización. Para poder llevar esto a cabo, es indispensable invertir en detectar y desarrollar el liderazgo y el talento presente en las personas que forman parte de la empresa.
  • Preparar a las personas para que adquieran las capacidades que van a necesitar para tener éxito durante el proceso de transformación y más allá del mismo. Esta preparación incluye aspectos relacionados con el conocimiento y aspectos relacionados con la gestión de emociones, la inteligencia relacional y los patrones de comportamiento entre otros.
  • Inculcar en la organización una cultura viva de aprendizaje continuo en la que todos aprenden de todos, todos escuchan a todos y todos son capaces de sacar lo mejor de todos.
  • Tener una visión, un plan de acción con hitos y personas responsables que le permitan conseguir resultados.

 En definitiva, un buen líder de la transformación tiene que ser  capaz de enganchar los corazones y las mentes de su gente.Para ello ha de practicar un estilo de liderazgo inclusivo y generar ambientes abiertos de debate en los que solicite sugerencias y nuevos puntos de vista que tiene que estar dispuesto a implementar si considera que la situación así lo requiere.

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