¿Por qué se resisten las personas al cambio?

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En el año 2000, Evian Gordon descubrió que uno de los principios que gobierna la conducta social del individuo es su deseo de maximizar el reconocimiento y minimizar las amenazas. En 2008, Lieberman y Eisenberg descubrieron que las redes neuronales que se utilizan para estos procesos son el mismo que se utiliza para sobrevivir.

Nuestro cerebro tiene una propensión 5 veces mayor a buscar amenazas que recompensas. Estamos permanentemente buscando riesgos y peligros que alimentan nuestros miedos. Esto explica la tendencia al rechazo de cualquier persona cuando se le plantea un cambio, que por cierto, es aun más evidente cuando el cambio es impuesto.

La percepción de amenaza surge de la incertidumbre o pérdida de control, que puede ser derivado, por ejemplo, de la falta de conocimiento, la sensación de no estar capacitado o simplemente por la discrepancia ante los cambios que se han decidido acometer. Esta reacción neurológica puede convertirse en una de las principales barreras para implantar esos cambios tan necesarios en tu organización. ¿Pero, cómo podemos trabajar para superar esas resistencias?

En la Tabla 1 proponemos una clasificación de las resistencia según el origen del miedo (lo que causa la resistencia) y el tipo de resistencia en función de su influencia, sobre personas individuales, o en el conjunto de la organización.

Tipo de resistencias al cambio nGloba Strategy

A partir de este esquema parecen evidentes algunas intervenciones para debilitar las resistencias: convencer del beneficio del cambio a las personas, desarrollar sus capacidades, habilidades y/o conocimiento, evolucionar la cultura organizativa, etc. Todo esto puede dar resultados y favorecer el cambio. Sin embargo, ha de tenerse en cuenta que las resistencias se dan en un sistema, donde conviven multitud de factores que interfieren en la eficacia de las intervenciones. Es por tanto necesario prever el impacto que las intervenciones van a tener sobre el conjunto de la organización.

¿Y tú? ¿Tienes identificadas las resistencias que están frenando la consecución de los objetivos tu empresa? ¿Conoces el impacto que tienen éstas en tu organización?

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