Estrategia, llevarla a la realidad
Las empresas confunden objetivos con estrategia: objetivos de facturación, de penetración en mercados, en share… se toman como si fuera la estrategia en sí misma. Cuado sólo son indicadores que te ayudan a medir que estás llegando a donde queríasLas herramientas para definir la estrategia también han avanzado y nos permiten reflexionar y decidir de forma más sencilla. En el fondo la estrategia es elegir, es decir decidir qué vas a hacer y por lo tanto que NO vas a hacer. En un contexto global y cambiante, con gran incertidumbre como el de ahora, debemos considerar herramientas que nos permitan dibujar con claridad hacia donde queremos llevar a nuestra empresa.La herramienta no es el todo pero ayuda en el proceso de reflexión y elección. Pensamos que aplicar herramientas como las matrices de océano azul o osterwalder ordenan la reflexión, centrándolo en lo importante y permiten estructurar la información de forma que la elección de la mejor estrategia es más sencilla.Pero una estrategia no es nada si no se implanta, si no se ejecuta. Nos encontramos con organizaciones que piensan que cuando la estrategia ya se ha comunicado, ya se va hacer. Pero la realidad nos demuestra que no es así. Un gran número de personas en comités de dirección que nos dicen que el día a día les come y no pueden llevar a delante la estrategia. Qué decir por lo tanto del resto de las personas de la organización.En nuestra opinión, la forma en la que se realiza el proceso de reflexión, decisión y comunicación es fundamental para avanzar en la implantación posterior. Disponemos de conocimiento desde la neurociencia, la psicología de comportamiento, de los procesos de cambio.. que nos ayudan a definir un proceso que apoye la implantación después.Es necesario hablar del proceso de reflexión, qué variables considerar, a qué personas incluir, qué cadencia… es tan importante como la decisión en sí.Por lo tanto:Reflexión, herramientas y proceso